El ejercicio
de liderar necesita el conocimiento interno del líder en sus características y
capacidades para conectarse con ellas y desde allí definir su gran meta, la
cual debe ser inspiradora y con un propósito de servir a una causa y así estos
nuevos comportamientos que surgen, invitan al crecimiento de otros seres
humanos.
Nuestro
modelo se compone de las siguientes fases: La primera es encontrar el gran para
qué, permitiendo establecer el carácter del liderazgo individual y también el
proceder del liderazgo hacia otros. El liderazgo es el arte de dejarte ir, de
confiar en lo que tienes dentro, mientras lo hayas conectado con la gran
sabiduría.
La segunda fase
es conocer metodologías y herramientas de liderazgo de última generación, que facilitan
la magia de ser influenciador en comportamientos, logrando generar
alternativas de solución a problemas, de enfrentar grandes retos y de
acompañar personas y equipos por la senda del triunfo.
La tercera
fase es integrar los procesos anteriores para iniciar el camino de las pruebas,
en donde se irán puliendo las maneras de responder ante las situaciones, para
hacerlo de una forma más adecuada, en procesos reales y simulados que lo convertirán
en una guía para asumir desafíos grandes, logrando llevar personas y
organizaciones a lugares que siempre han deseado pero que jamás pensaban que
podrían alcanzar.